[12.31] Cuando ella oyó sus murmuraciones, envió a por ellas y les preparó un banquete, dando a cada una de ellas un cuchillo. Y dijo que saliera adonde ellas estaban. Cuando las mujeres le vieron, le encontraron tan bien parecido que se hicieron cortes en las manos y dijeron: «¡Santo Alá! ¡Éste no es un mortal, éste no es sino un ángel maravilloso!»

[12.40] Lo que servÃs, en lugar de servirle a Él, no son sino nombres que habéis puesto, vosotros y vuestros padres, nombres a los que Alá no ha conferido ninguna autoridad. La decisión pertenece sólo a Alá. Él ha ordenado que no sirváis a nadie sino a Él. Ésa es la religión verdadera. Pero la mayorÃa de los hombres no saben.

[12.65] Y, cuando abrieron su equipaje, hallaron que se les habÃa devuelto su mercancÃa. Dijeron: «¡Padre! ¿Qué más podrÃamos desear? He aquà que se nos ha devuelto nuestra mercancÃa. Aprovisionaremos a nuestra familia, cuidaremos de nuestro hermano y añadiremos una carga de camello: será una carga ligera».

[12.76] Comenzó por sus sacos antes que por el de su hermano. Luego, la sacó del saco de su hermano. Nosotros sugerimos esta artimaña a José, pues no podÃa prender a su hermano según la ley del rey, a menos que Alá quisiera. Elevamos la categorÃa de quien Nosotros queremos. Por encima de todo el que posee ciencia hay Uno Que todo lo sabe.

[12.80] Desesperado de hacerle cambiar, celebraron una consulta. El mayor dijo: «¿Habéis olvidado que vuestro padre os ha exigido comprometeros ante Alá y cómo faltasteis antes a José? Yo no saldré de este paÃs hasta que mi padre me lo permita o hasta que Alá decida en mi favor, que Él es el Mejor en decidir.

[12.100] Hizo subir a sus padres al trono. Y cayeron prosternados ante él. Y dijo: «¡Padre! He aquà la interpretación de mi sueño de antes. Mi Señor ha hecho de él una realidad. Fue bueno conmigo, sacándome de la cárcel y trayéndoos del desierto, luego de haber sembrado el Demonio la discordia entre yo y mis hermanos. Mi Señor es bondadoso para quien Él quiere. Él es el Omnisciente, el Sabio.
