[34.12] A Salomón el viento, que por la mañana hacÃa el camino de un mes y por la tarde de otro mes. Hicimos manar para él la fuente de bronce fundido. De los genios, algunos trabajaban a su servicio, con permiso de su Señor. Al que hubiera desobedecido Nuestras órdenes, le habrÃamos hecho gustar el castigo del fuego de la gehena.

[34.33] Los que fueron débiles dirán a los que fueron altivos: «¡No!, que fueron vuestras maquinaciones de noche y de dÃa, cuando nos instabais a que no creyéramos en Alá y a que Le atribuyéramos iguales...» Y, cuando vean el castigo, disimularán su pena. Pondremos argollas al cuello de los que no hayan creÃdo. ¿Serán retribuidos por otra cosa que por lo que hicieron?

[34.43] Y cuando se les recitan Nuestras aleyas como pruebas claras, dicen: «éste no es sino un hombre que quiere apartaros de lo que vuestros padres servÃan». Y dicen: «Esto no es sino una mentira inventada». Y de la Verdad, luego que ha venido ésta a ellos, dicen los infieles: «¡Esto no es sino manifiesta magia!»
